TERAPIA CON ABRIL

Mi madre padecía una demencia tipo Alzeheimer  cuando el deterioro cognitivo se hizo muy severo, con deterioro de la memoria, del juicio, del razonamiento abstracto y del lenguaje, y con graves y múltiples déficits motores, sensoriales, cognitivos y de comunicación (en la Escala Global del Deterioro –GDS-, el nivel 7, muy severo), fue entonces, cuando, desde la convicción de que la química ya no podía hacer nada por ella, fue ganando fuerza, a la vez que se hacían  más evidentes los beneficios de la estimulación para trabajar la mente y la psicomotricidad, fui testigo de sus beneficios día a día, llevados a cabo por grandes profesionales.

Una de estas grandes profesionales fue la terapeuta Marta Sanz Gómez y su coterapeuta, la perrita de apoyo Abril, que nos contagiaban su entusiasmo por las Intervenciones Asistidas por Perros  y hacían que mi madre, contra todo pronóstico, no sólo se mantuviera, sino que incluso recuperara habilidades y fuera ganando día a día, de manera que los profesionales de la medicina lo calificasen de "milagro". Yo misma me sorprendía y me quedaba atónita de lo que podía llegar a conseguir una buena estimulación, por lo tanto, no puedo por menos que "creer" en los beneficios del "milagro de la estimulación" desde todos los frentes en personas que tienen algún tipo de daño cerebral. 

Los animales me demostraban unos increíbles beneficios terapéuticos para que mi madre se abriera al mundo y saliera de su “letargo”. La Terapia Asistida con Perros condujo a mi madre a una mejora de sus actitudes, emociones, capacidades cognitivas y de su desarrollo integral. Así mismo aumentaba su atención, su intención de comunicarse verbalmente y la expresividad en su rostro, como la risa. La mejora del funcionamiento cognitivo, físico, social y emocional era manifiesta cada vez que mi madre acariciaba a Abril. Con ella estableció una relación que le proporcionaba placer, bienestar y beneficios emocionales (capacidad de empatía, cariño y autoestima). Su capacidad de interaccionar con ella era increíble, de acariciarla y dejarse acariciar por ella, de expresarle cariño, al tiempo que le gustaba que Abril también le expresara cariño a ella. 

El hecho de agarrar, soltar y acariciar a Abril, le estimulaba el movimiento de sus rígidos miembros superiores. La repetición de los ejercicios de las sesiones anteriores (acostarse, dar la pata, darle premios) y de todas las pautas de la terapia y del nombre del perro, le estimulaban su capacidad cognitiva. La interrelación con Marta y Abril, le ayudaba a salir de su aislamiento y letargo y estimulaba su intención de comunicarse. La sensación de que ella cuidaba del animal, sujetando la correa, acariciándolo, durmiéndolo…, favorecía su autoestima y la percepción de sí misma, su seguridad, la confianza en sí misma y se sentía útil. El hecho de acariciarla, dormirla, el cariño que le demostraba Abril, le hacía feliz y le hacía reir. 

Para mi madre toda esta estimulación suponía incrementar su tiempo de consciencia lo cual le beneficiaba a nivel motor pues sujetaba mejor la cabeza y movía los brazos, y a nivel nutricional pues era capaz de deglutir y de beber mejor, además hablaba o balbuceaba y reía, estimulando la musculatura implicada en la deglución y el habla. Esto fue importantísimo en la evolución de su etapa final, pues es común que una persona dure de un año a año y medio en esta etapa, y si tienen un cuidado óptimo puede durar dos años, pues bien mi madre permaneció en esta etapa tres años.

Marta Sanz Gómez y Abril, bonita profesión la vuestra, pues en lugar de optar por desahuciar a estas personas sobre las que ya parece que poco queda por hacer, todo lo contrario, apostáis por sacar partido a lo poco que queda y luchar con todas vuestras fuerzas para que no se pierda, e incluso se incremente. Quiero agradecer a Marta y Abril su gran trabajo por darle dignidad, calidad de vida, cariño, autoestima, alegría, felicidad a mi madre y sobre todo cuando le arrancabais una sonrisa o una carcajada, puesto que vuestra terapia también me beneficiaba a mi.

NIEVES BAEZA LÓPEZ



© Abril IAP 2023 - Política de Cookies - Webmaster: David Rubio